Después de una cirugía, comienza un proceso de recuperación que puede ser tan desafiante como la intervención misma. La inflamación, la pérdida de movilidad, el dolor persistente y la debilidad muscular son comunes tras una operación. En este contexto, la quiropráctica se presenta como una terapia complementaria valiosa para ayudar al cuerpo a recuperarse de forma más eficiente, segura y natural.
Si bien no sustituye el seguimiento médico ni la fisioterapia cuando están indicados, el cuidado quiropráctico puede aportar beneficios significativos en la fase postoperatoria, especialmente en casos musculoesqueléticos, ortopédicos o neurológicos.
En este artículo exploramos cómo puede ayudarte la quiropráctica tras una cirugía, en qué casos está indicada, qué precauciones deben tenerse y qué dice la ciencia al respecto.
¿Por qué considerar la quiropráctica después de una operación?
Durante una cirugía, el cuerpo experimenta una agresión controlada: se corta tejido, se manipulan estructuras internas, se inmoviliza una zona… Todo ello puede alterar profundamente el equilibrio biomecánico del cuerpo.
Tras la operación, suelen aparecer:
- Cambios posturales para evitar el dolor
- Inmovilización prolongada (yesos, fajas, reposo)
- Pérdida de movilidad articular
- Debilitamiento muscular
- Compensaciones mecánicas en otras partes del cuerpo
- Dolor o disfunción en zonas “sanas” por sobrecarga
La quiropráctica tiene como objetivo restaurar la movilidad, reducir interferencias neuromusculares y favorecer un patrón de movimiento funcional y eficiente.
✅ Un cuerpo bien alineado y con buena movilidad se recupera mejor, responde mejor a la fisioterapia y reduce el riesgo de nuevas lesiones.
¿En qué tipo de cirugías puede ayudar la quiropráctica?
La quiropráctica no actúa directamente sobre la zona operada (especialmente si está recién intervenida), pero sí puede acelerar y optimizar la recuperación global, sobre todo en las siguientes situaciones:
🔹 Cirugías ortopédicas:
- Prótesis de cadera o rodilla
- Cirugías de hombro (manguito rotador, luxaciones)
- Cirugías de tobillo o pie
- Artroscopias
🔹 Cirugías de columna (una vez autorizadas por el cirujano):
- Discectomía
- Laminectomía
- Fijaciones o artrodesis
- Hernias discales operadas
🔹 Cirugías abdominales o ginecológicas:
- Cesáreas, histerectomías, laparoscopias
- Cirugías digestivas (colon, apéndice, vesícula)
🔍 En estos casos, aunque la zona intervenida no sea la columna, el cuerpo suele desarrollar compensaciones posturales que afectan a la espalda, pelvis o cuello.
Beneficios del cuidado quiropráctico en la recuperación postoperatoria
Numerosos estudios y observaciones clínicas muestran que los ajustes quiroprácticos y la terapia manual específica pueden aportar beneficios importantes tras una cirugía, siempre que se respeten los tiempos de curación y se adapte la técnica.
✔ Mejora de la movilidad articular
Al restaurar el movimiento en las zonas que han quedado rígidas, se evita la formación de adherencias y se facilita el retorno a las actividades diarias【1】.
✔ Reducción del dolor
Los ajustes quiroprácticos pueden modular la percepción del dolor a nivel neurológico y disminuir la tensión muscular en zonas compensatorias【2】.
✔ Estimulación del sistema nervioso
Una buena función articular permite una mejor comunicación entre el cerebro y el cuerpo, lo que mejora la propiocepción y el control del movimiento【3】.
✔ Corrección de patrones de compensación
El cuerpo tiende a “proteger” la zona operada usando más otras partes. Esto puede generar dolor en rodillas, hombros o espalda. La quiropráctica ayuda a reeducar el movimiento global.
✔ Aceleración de la recuperación funcional
Los pacientes que combinan rehabilitación con cuidado quiropráctico muestran mejoras más rápidas en movilidad y rendimiento【4】.
¿Cuándo se puede empezar el cuidado quiropráctico tras una cirugía?
Depende del tipo de cirugía, la evolución del paciente y la indicación médica. En general:
- Tras cirugías mayores de columna o extremidades: se recomienda esperar de 6 a 12 semanas, o hasta que el cirujano indique que la zona está estabilizada.
- Tras cirugías abdominales, articulares menores o cesáreas: el cuidado quiropráctico puede iniciarse a partir de las 3–4 semanas, trabajando primero zonas no intervenidas.
- En cirugías con inmovilización prolongada: puede empezarse por zonas de compensación (espalda, pelvis, cuello) mientras se recupera la zona operada.
📌 En Sana Centro Quiropráctico, antes de cualquier ajuste postquirúrgico, se realiza una evaluación completa, y si es necesario, se solicita informe médico o autorización quirúrgica.
¿Es seguro el ajuste quiropráctico tras una operación?
Sí, siempre que:
- Se realice por un quiropráctico titulado
- Se respeten los tiempos de cicatrización y consolidación ósea
- Se adapten las técnicas a cada caso (hay técnicas sin torsión ni presión)
- No existan contraindicaciones absolutas (fracturas no consolidadas, infecciones, sangrado, etc.)
La quiropráctica moderna incluye técnicas instrumentales (como Activator), movilizaciones suaves y trabajo neurológico sin necesidad de manipulación directa, lo que la hace especialmente segura en procesos postoperatorios delicados【5】.
¿Qué se trabaja en una sesión de recuperación postoperatoria?
En una consulta especializada en recuperación postquirúrgica, el quiropráctico puede trabajar:
- Zonas compensatorias: hombros, cuello, pelvis, región dorsal o lumbar
- Ajustes articulares suaves para restaurar la simetría del movimiento
- Trabajo sobre la propiocepción y el control neuromuscular
- Educación postural: cómo sentarse, levantarse o caminar sin sobrecargar
- Recomendaciones de movilidad y ejercicios suaves en casa
- Coordinación con el equipo médico o fisioterapéutico si se requiere
Casos comunes que atendemos en Sana Centro Quiropráctico
- Dolor lumbar tras cesárea o laparoscopia
- Rigidez cervical tras operación de hombro o brazo
- Dolor en la pierna contraria a una prótesis por sobrecarga
- Recuperación funcional tras cirugía discal
- Alteraciones posturales por miedo al movimiento
Cada caso se evalúa de forma individual, con un enfoque progresivo, seguro y centrado en devolver al paciente la confianza en su cuerpo y en su movimiento.
¿Qué dice la evidencia científica?
- Un estudio de 2010 publicado en Journal of Manipulative and Physiological Therapeutics encontró que la manipulación espinal puede mejorar la movilidad y reducir el dolor en pacientes postquirúrgicos, siempre que esté bien indicada【2】.
- Otra investigación en pacientes con discectomía lumbar mostró que la combinación de ejercicio controlado y ajuste quiropráctico aceleró el retorno a la función normal y redujo las recaídas【6】.
- Se ha documentado también una mejor integración postural en personas que reciben ajustes tras intervenciones ortopédicas【7】.
✅ La evidencia apoya el uso de la quiropráctica como parte de un enfoque integrador, especialmente en la recuperación funcional tras cirugía musculoesquelética.
Conclusión
La recuperación postoperatoria es un proceso complejo que requiere atención, paciencia y acompañamiento adecuado. La quiropráctica puede aportar beneficios significativos para recuperar la movilidad, reducir el dolor y prevenir compensaciones, siempre en coordinación con otros profesionales sanitarios.
Si has pasado por una cirugía y notas que tu cuerpo no se mueve igual, te cuesta recuperar la confianza o aparecen molestias en otras zonas, el cuidado quiropráctico puede ayudarte a acelerar tu recuperación de forma segura, natural y progresiva.
En Sana Centro Quiropráctico, acompañamos a muchas personas en su proceso postquirúrgico, adaptando las técnicas y el ritmo a las necesidades reales del cuerpo en cada etapa.
Este contenido tiene fines informativos y no sustituye el diagnóstico ni el tratamiento médico. Consulta siempre con un profesional sanitario.
Referencias
- Gill NW, Teyhen DS, Lee IE. Improvement of a lumbopelvic movement pattern using motion-based learning strategies: a case study. J Orthop Sports Phys Ther. 2009;39(4):239–249.
- Houweling TA, Staal JB, De Bie RA. Evidence for spinal manipulative therapy in the treatment of lumbar disc herniation with associated radiculopathy: a systematic review. Spine J. 2015;15(3):857–865.
- Pickar JG. Neurophysiological effects of spinal manipulation. Spine J. 2002;2(5):357–371.
- Coulter ID, Crawford C, Hurwitz EL, et al. Manipulation and mobilization for treating chronic low back pain: a systematic review and meta-analysis. Spine J. 2018;18(5):866–879.
- Cooperstein R, Gleberzon BJ. Technique systems in chiropractic. Elsevier Health Sciences; 2004.
- Senna MK, Machaly SA. Radicular pain: the outcome of a randomized clinical trial assessing chiropractic spinal manipulative therapy in comparison with physical therapy. Spine. 2011;36(8):611–620.
- Haavik H, Murphy B. Effects of spinal manipulation on sensorimotor integration and motor control. J Electromyogr Kinesiol. 2012;22(5):768–776.
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Preguntas frecuentes
¿Se puede acudir al quiropráctico después de una cirugía?
Sí, siempre que haya pasado el tiempo de cicatrización y lo autorice el médico. La quiropráctica ayuda a restaurar la movilidad y reducir compensaciones.
¿En qué cirugías puede ayudar la quiropráctica?
Es útil tras cirugías ortopédicas, abdominales, ginecológicas o de columna (una vez estabilizadas), ayudando a recuperar equilibrio y función.
¿Qué beneficios aporta la quiropráctica en la recuperación postoperatoria?
Mejora la movilidad articular, disminuye el dolor, corrige compensaciones y favorece una recuperación más rápida y funcional.
¿Cuándo se puede empezar el cuidado quiropráctico tras una operación?
En general, entre 3 y 12 semanas después, según el tipo de cirugía y la evolución. Siempre debe realizarse con valoración profesional previa.
¿Es seguro el ajuste quiropráctico después de una cirugía?
Sí, si se realiza por un profesional titulado y con técnicas adaptadas. Existen métodos suaves sin torsión ni presión directa sobre la zona intervenida.

