Quiropráctico para embarazadas

El embarazo es el momento donde el cuerpo de la mujer sufre muchos cambios tanto estructurales y hormonales como emocionales. Todo esto con el objetivo de darle espacio al bebé para que crezca dentro de su vientre, y prepararse para el parto.
 
Para darle más espacio al bebé, el cuerpo de la mujer durante el embarazo tiene más laxitud ligamentaria, los ligamentos que sostienen nuestras articulaciones son más elásticos y los movimientos más flexibles.
Conforme el embaraz avanza, la columna de la futura madre, así como su cuerpo sufre muchos cambios y con ello aumenta el riesgo de interferencia en el sistema nervioso, por lo que cuidar de la columna vertebral a lo largo del embarazo es la mejor manera de mantener nuestro cuerpo con la mayor vitalidad posible.
 
Dichas interferencias en la transmisión de impulsos nerviosos, nos afectan en nuestro día a día, nos impiden disfrutar nuestro embarazo con plenitud y se producen subluxaciones en nuestra columna vertebral. Anticiparnos a esto y evitar que se produzcan subluxaciones vertebrales, es fundamental para vivir un embarazo con plenitud.
 
La Quiropráctica proporciona mayor energía, mayor capacidad de adaptación, te ayuda a paliar las posibles molestias derivadas del embarazo, mejorará la posición de tu hijo en el útero necesaria para un buen parto y disminuirá considerablemente el tiempo de parto.

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Preguntas frecuentes

Sí, la atención quiropráctica es segura durante el embarazo, siempre que sea realizada por un profesional cualificado y con experiencia en el tratamiento de mujeres embarazadas. Los quiroprácticos utilizan técnicas suaves y adaptadas para evitar cualquier presión innecesaria en el abdomen. Además, puede ayudar a aliviar molestias como el dolor de espalda, mejorar la postura y favorecer un parto más cómodo.

Aunque la quiropráctica es segura para la mayoría de las personas, hay algunas condiciones en las que no se recomienda, como:

  • Mujeres con embarazos de alto riesgo sin aprobación médica.
  • Personas con osteoporosis severa o fracturas recientes.
  • Pacientes con hernias discales avanzadas o enfermedades degenerativas graves en la columna.
  • Individuos con infecciones activas en la columna vertebral.
    Si estás embarazada y tienes dudas, lo mejor es consultar con tu médico antes de acudir a un quiropráctico.

Durante el embarazo, es recomendable evitar posturas que ejerzan presión sobre el abdomen o la zona lumbar. Algunas posturas a evitar incluyen:

  • Acostarse boca abajo, especialmente en el segundo y tercer trimestre.
  • Movimientos de torsión brusca en la espalda.
  • Estar de pie por períodos prolongados sin apoyo.
  • Levantar objetos pesados con la espalda en lugar de usar las piernas.
    El quiropráctico puede enseñarte posturas seguras para reducir el dolor y mejorar tu bienestar.

Es recomendable informar a tu quiropráctico tan pronto como confirmes tu embarazo. Esto le permitirá adaptar las técnicas de tratamiento para garantizar tu seguridad y la del bebé. Además, el quiropráctico puede brindarte recomendaciones personalizadas para aliviar molestias y mejorar tu postura durante el embarazo.

La quiropráctica ofrece múltiples beneficios a las mujeres embarazadas, entre ellos:
✅ Alivio del dolor de espalda, caderas y pelvis.
✅ Mejora de la postura y alineación de la columna.
✅ Reducción de la presión sobre los nervios, lo que puede minimizar molestias como la ciática.
✅ Preparación del cuerpo para un parto más fácil, al mejorar la alineación pélvica.
✅ Mayor bienestar general y reducción del estrés corporal.
Consultar con un quiropráctico especializado en embarazo puede ayudarte a disfrutar de una gestación más cómoda y saludable.

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