Quiropráctico para niños

Los padres aprecian la importancia de las revisiones mensuales y/o anuales de sus hijos, pero olvidan quizás una de las más importantes de todas: la revisión de la columna vertebral. Lamentablemente, estamos acostumbrados a esperar a que comiencen las molestias para ir a revisarnos. No hay que esperar a sentir dolor de espalda para visitar a un Doctor en Quiropráctica.
 
Los niños curiosamente son los que sufren más subluxaciones debido a las caídas, malas posturas, mochilas pesadas, etc. Las subluxaciones vertebrales afectan a todo el organismo del niño de forma silenciosa ya que al principio no suelen notarse los efectos.
 
Los niños se pueden beneficiar de la quiropráctica ya que: aumenta la buena salud y el bienestar, ayuda a reducir las deformaciones del cráneo (plagiocefalia), cualquier trauma después del parto (sobre todo si se han utilizado fórceps, ventosas o cesárea durante el parto), ayuda a aumentar la inmunidad y disminuye los riesgos de resfriado, otitis, asma, alergia. Entre otros muchos beneficios que ayudan a los niños de forma natural y tienen una función preventiva de suma importancia para la calidad de su vida y su rendimiento escolar.

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Preguntas Frecuentes

Sí. El cuidado quiropráctico en la infancia es totalmente seguro cuando es realizado por profesionales cualificados. Los ajustes en bebés y niños son muy suaves y específicos, adaptados a su edad, desarrollo y necesidades individuales.

La mayoría de las visitas quiroprácticas infantiles no son por dolor, sino por prevención. Durante el crecimiento, el cuerpo cambia rápidamente y es importante que la columna se desarrolle de forma equilibrada. Evaluar la postura, la alineación y el funcionamiento neurológico desde pequeños puede favorecer un desarrollo más armónico.

Desde el nacimiento. De hecho, muchos padres optan por hacer una revisión quiropráctica tras el parto, ya que el proceso del nacimiento puede generar tensiones en la columna del bebé. A partir de ahí, el seguimiento se adapta a cada etapa: lactantes, escolares, adolescentes…

El cuidado quiropráctico busca optimizar el funcionamiento del sistema nervioso y mejorar el equilibrio corporal. Puede ser útil en niños que presentan malas posturas, desequilibrios al caminar, caídas frecuentes, o que pasan muchas horas frente a pantallas o con mochilas pesadas. También se valora en etapas de crecimiento acelerado

Un quiropráctico infantil es un profesional especializado en el cuidado de la columna vertebral y el sistema nervioso de bebés, niños y adolescentes. Su objetivo es ayudar a que el cuerpo funcione correctamente desde una edad temprana, utilizando técnicas suaves y adaptadas a cada etapa del desarrollo.

Evalúa el estado postural, la alineación de la columna y el funcionamiento del sistema nervioso del niño. Mediante ajustes específicos y delicados, busca corregir descompensaciones o tensiones que puedan influir en su crecimiento, desarrollo o bienestar diario. Siempre desde un enfoque preventivo y respetuoso con el cuerpo infantil.