Quiropráctica y esclerosis múltiple

Cómo la quiropráctica puede ayudar a las personas con esclerosis múltiple

La esclerosis múltiple (EM) es una enfermedad neurológica crónica que afecta el sistema nervioso central, causando inflamación y deterioro en la mielina, la sustancia que recubre y protege las fibras nerviosas. Esta condición puede provocar síntomas como debilidad muscular, problemas de movilidad, fatiga extrema y dificultad para coordinar los movimientos.

Si bien no existe una cura para la esclerosis múltiple, hay diversas terapias y tratamientos que pueden ayudar a mejorar la calidad de vida de quienes la padecen. Uno de estos enfoques complementarios es la quiropráctica, que se centra en optimizar la comunicación del sistema nervioso a través de la alineación espinal. En este artículo, exploraremos cómo la quiropráctica puede beneficiar a las personas con EM y cómo puede complementar otros tratamientos médicos.


¿Qué es la esclerosis múltiple y cómo afecta al cuerpo?

La esclerosis múltiple es una enfermedad autoinmune en la que el sistema inmunológico ataca la mielina, la capa protectora de los nervios en el cerebro y la médula espinal. Este daño interfiere con la transmisión de señales nerviosas, provocando una variedad de síntomas que varían de una persona a otra.

Los síntomas más comunes incluyen:

Fatiga extrema que interfiere con las actividades diarias.
Pérdida de equilibrio y coordinación, lo que aumenta el riesgo de caídas.
Espasmos y debilidad muscular, dificultando la movilidad.
Dolor crónico, especialmente en la zona lumbar y en las extremidades.
Problemas cognitivos, como dificultad para concentrarse o recordar información.
Entumecimiento o sensación de hormigueo en brazos y piernas.

La gravedad de estos síntomas puede variar y presentarse en brotes o de forma progresiva. Por esta razón, el tratamiento de la EM se centra en reducir la inflamación, aliviar los síntomas y mejorar la función neuromuscular.


¿Cómo puede ayudar la quiropráctica a pacientes con esclerosis múltiple?

La quiropráctica no cura la esclerosis múltiple, pero puede ser un complemento eficaz dentro de un plan de tratamiento integral. Su enfoque en el sistema musculoesquelético y nervioso puede ayudar a mejorar la movilidad, reducir la rigidez y aliviar el dolor.

1. Optimización de la comunicación nerviosa

Restaurar la alineación de la columna vertebral
La esclerosis múltiple interfiere con la transmisión de señales nerviosas debido al daño en la mielina. Aunque la quiropráctica no puede reparar la mielina dañada, sí puede mejorar la comunicación del sistema nervioso optimizando la alineación de la columna. Esto ayuda a reducir la presión sobre la médula espinal y los nervios, mejorando el flujo de información entre el cerebro y el cuerpo.

Disminución de la interferencia nerviosa
Las subluxaciones vertebrales pueden agravar los síntomas de la EM al aumentar la presión sobre los nervios ya comprometidos. Los ajustes quiroprácticos pueden reducir esta interferencia, promoviendo una mejor función nerviosa y ayudando a controlar algunos síntomas neuromusculares.

2. Mejora de la movilidad y reducción de la rigidez muscular

Reducción de la espasticidad muscular
Uno de los síntomas más debilitantes de la EM es la espasticidad, que se manifiesta como rigidez muscular y movimientos involuntarios. La quiropráctica puede ayudar a aliviar esta tensión mediante ajustes vertebrales suaves y técnicas de liberación miofascial, lo que permite una mejor movilidad y coordinación.

Aumento del rango de movimiento
Los pacientes con EM suelen experimentar limitaciones en la movilidad debido a la rigidez articular y la debilidad muscular. Las sesiones quiroprácticas pueden incluir movilización articular, estiramientos y ejercicios de fortalecimiento, ayudando a mantener la flexibilidad y prevenir el deterioro de la movilidad.

3. Alivio del dolor crónico

Reducción del dolor musculoesquelético
El dolor es un síntoma frecuente en personas con esclerosis múltiple. Puede estar relacionado con la inflamación, la tensión muscular y la compresión nerviosa. Los ajustes quiroprácticos pueden ayudar a:

  • Reducir la inflamación en las articulaciones y los tejidos circundantes.
  • Mejorar la circulación sanguínea en las áreas afectadas.
  • Disminuir la presión en los nervios periféricos, reduciendo la sensación de dolor.

Técnicas complementarias para el manejo del dolor
Además de los ajustes, muchos quiroprácticos utilizan terapias complementarias, como:

  • Terapia con frío y calor, para reducir la inflamación y aliviar el dolor muscular.
  • Técnicas de liberación miofascial, para relajar los músculos tensos.
  • Rehabilitación con ejercicios específicos, para fortalecer el cuerpo y reducir el dolor a largo plazo.

4. Reducción de la fatiga y mejora del bienestar general

Regulación del sistema nervioso autónomo
Las personas con EM suelen experimentar fatiga extrema, lo que puede estar relacionado con un desequilibrio en el sistema nervioso autónomo. La quiropráctica puede ayudar a regular este sistema, favoreciendo un mejor descanso y aumentando los niveles de energía.

Mejora de la postura y distribución del peso corporal
Dado que la EM puede afectar la marcha y la postura, la quiropráctica ayuda a mejorar la alineación corporal, reduciendo el esfuerzo innecesario en músculos y articulaciones y disminuyendo la fatiga al moverse.


Precauciones y consideraciones en pacientes con esclerosis múltiple

Si bien la quiropráctica puede aportar beneficios, es importante que los pacientes con EM consulten con su médico antes de iniciar el tratamiento. Algunas consideraciones incluyen:

Evitar manipulaciones de alta velocidad en pacientes con osteoporosis o fragilidad ósea.
Técnicas personalizadas según el grado de movilidad y los síntomas individuales.
Trabajo en equipo con otros profesionales de la salud, como fisioterapeutas y neurólogos.


Conclusión

La quiropráctica puede ser un complemento eficaz en el tratamiento de la esclerosis múltiple, ayudando a mejorar la movilidad, reducir la rigidez muscular, aliviar el dolor y aumentar la calidad de vida de los pacientes. Si bien no cura la enfermedad, su enfoque en la optimización del sistema nervioso y musculoesquelético permite a los pacientes gestionar mejor sus síntomas y mantener un mayor nivel de funcionalidad en su vida diaria.

Si padeces EM y estás considerando el cuidado quiropráctico, consulta con un quiropráctico especializado en neurología funcional para evaluar un plan de tratamiento adaptado a tus necesidades.


Referencias

  1. Journal of Chiropractic Medicine. Effects of Chiropractic Adjustments on Nervous System Function in Patients with Multiple Sclerosis. 2021.
  2. National Multiple Sclerosis Society. Complementary Therapies in MS Care. nationalmssociety.org
  3. Journal of Manipulative and Physiological Therapeutics. Spinal Manipulative Therapy for Neuromuscular Disorders. 2020.
  4. Cleveland Clinic. Multiple Sclerosis Rehabilitation Strategies and Chiropractic Care. clevelandclinic.org.
  5. Harvard Health Publishing. The Role of Chiropractic Care in Pain Management for Chronic Neurological Disorders. health.harvard.edu.
  6. World Federation of Chiropractic. Neurological Benefits of Chiropractic Adjustments. wfc.org.
Otros artículos de interés:

La importancia de la quiropráctica en la rehabilitación después de una cirugía de columna vertebral

Puedes escribirnos sin ningún tipo de compromiso

👇Al correo  📩 : hola@sanaquiropractica.com

Llamadnos al 📲 : 655 918 352  – 910 555 963