Dolor corporal por teletrabajo

Teletrabajo y dolor corporal: cómo prevenirlo desde casa

El teletrabajo ha transformado la manera en la que trabajamos, pero también ha traído consigo desafíos inesperados para nuestra salud física. Con la expansión del trabajo remoto, han aumentado los casos de dolor de espalda, cuello, hombros y muñecas, derivados de malas posturas, falta de ergonomía y menor movimiento.

En este artículo abordamos en profundidad por qué el teletrabajo puede perjudicar tu cuerpo, cómo prevenir sus efectos negativos y qué puede aportar la quiropráctica para mantenerte saludable.

¿Por qué el teletrabajo genera tanto dolor corporal?

Trabajar desde casa, aunque tiene ventajas, también implica:

  • Entornos improvisados: mesas de comedor, sofás o camas en lugar de escritorios ergonómicos.
  • Mayor sedentarismo: menos desplazamientos y pausas activas.
  • Tensión emocional: estrés, aislamiento y sobrecarga laboral.

Estos factores impactan directamente en tu columna vertebral y sistema musculoesquelético, generando adaptaciones negativas.

Principales problemas físicos asociados al teletrabajo

  • Dolor cervical y rigidez en cuello y trapecios.
  • Cefaleas tensionales.
  • Dolor lumbar y rigidez en la parte baja de la espalda.
  • Dolor en hombros y muñecas.
  • Fatiga visual y molestias oculares.
  • Sensación de cansancio generalizado.

¿Qué ocurre a nivel biomecánico y neurológico?

Una postura encorvada o mantenida durante horas:

  • Aumenta la presión sobre los discos intervertebrales.
  • Reduce la movilidad articular.
  • Tensa de forma crónica la musculatura postural.
  • Disminuye la entrada de información propioceptiva al cerebro.
  • Favorece la aparición de subluxaciones vertebrales, pequeñas disfunciones articulares que afectan la función neurológica.

El impacto del estrés en el teletrabajo

El estrés derivado del teletrabajo (plazos ajustados, conexión continua, multitarea) activa el sistema nervioso simpático, generando:

  • Mayor tensión muscular.
  • Respiración superficial.
  • Menor capacidad de recuperación corporal.

Este estado de alerta permanente agrava aún más los efectos físicos de las malas posturas.

Consejos para prevenir el dolor corporal por teletrabajo

1. Mejora tu ergonomía

  • Altura de la pantalla: a nivel de los ojos.
  • Silla adecuada: con apoyo lumbar y posibilidad de ajuste.
  • Teclado y ratón: alineados con los codos a 90º.
  • Pies apoyados: en el suelo o en un reposapiés.

2. Programa pausas activas

Cada 30-40 minutos:

  • Levántate.
  • Camina unos pasos.
  • Realiza estiramientos de cuello, espalda y hombros.

3. Cuida tu postura

  • Mantén la cabeza alineada sobre los hombros.
  • Evita encorvarte hacia adelante.
  • Relaja los hombros.

4. Haz ejercicio regularmente

  • Fortalece la musculatura del core.
  • Trabaja la movilidad articular.
  • Incorpora rutinas de estiramiento y respiración.

5. Cuida tu mente

  • Establece horarios claros de trabajo y desconexión.
  • Practica técnicas de relajación: mindfulness, respiración profunda, pausas conscientes.

¿Cómo puede ayudarte la quiropráctica si teletrabajas?

La quiropráctica aborda las alteraciones funcionales que el teletrabajo puede provocar en tu cuerpo:

  • Ajustes vertebrales: restauran la movilidad y reducen la interferencia neurológica.
  • Normalización postural: mejora la alineación corporal.
  • Mejor integración sensoriomotora: favorece el control postural y la conciencia corporal.
  • Reducción del estrés: mejora el equilibrio entre el sistema nervioso simpático y parasimpático.

Un quiropráctico no solo trata los síntomas, sino que busca optimizar tu función corporal para que puedas teletrabajar de manera sostenible.

¿Cómo es el proceso de cuidado quiropráctico?

  1. Evaluación inicial:
    • Historia clínica.
    • Evaluación postural y neurológica.
    • Detección de subluxaciones o disfunciones articulares.
  2. Plan de cuidado personalizado:
    • Ajustes adaptados a tus necesidades.
    • Consejos ergonómicos y de movimiento.
  3. Seguimiento y prevención:
    • Reevaluaciones periódicas.
    • Educación en autocuidado.

¿Qué cambios puedes notar tras el cuidado quiropráctico?

  • Menor rigidez y dolor corporal.
  • Mejora de la postura sin esfuerzo consciente.
  • Más energía y concentración.
  • Sueño más reparador.
  • Mayor sensación de bienestar general.

Casos reales y evidencia científica

  • Estudios han mostrado mejoras en la función postural, equilibrio y control motor tras ajustes quiroprácticos.
  • Revisiones sistemáticas destacan la eficacia de la quiropráctica para reducir dolor lumbar y cervical, problemas muy comunes en teletrabajadores.

Quiropráctica y teletrabajo: un enfoque preventivo

El objetivo no es esperar a que aparezca el dolor para actuar. Incorporar ajustes quiroprácticos como parte de tu autocuidado te permite:

  • Detectar disfunciones tempranas.
  • Evitar lesiones crónicas.
  • Optimizar tu rendimiento físico y mental.

El teletrabajo no tiene por qué ser sinónimo de dolor. Con hábitos adecuados y un sistema neuromusculoesquelético funcionando de forma óptima, puedes disfrutar de sus ventajas sin comprometer tu salud.

Conclusión

El teletrabajo plantea retos para tu cuerpo, pero también oportunidades para cuidar mejor de ti. Prevenir el dolor y las disfunciones es posible si adaptas tu espacio, tu rutina y tu atención a las necesidades de tu columna y sistema nervioso.

La quiropráctica te ofrece una vía segura, eficaz y basada en evidencia para mantener tu cuerpo en equilibrio, mejorar tu bienestar y potenciar tu calidad de vida laboral y personal.

Consulta con un quiropráctico especializado para evaluar tu estado actual y diseñar una estrategia de cuidado adaptada a tu vida de teletrabajo.


Referencias

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Este contenido tiene fines informativos y no sustituye el diagnóstico ni el tratamiento médico. Consulta siempre con un profesional sanitario.

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