La infancia y la adolescencia son etapas de crecimiento, aprendizaje y adaptación constante. Durante estos años, el cuerpo cambia a una velocidad asombrosa: crece la estatura, se desarrollan los órganos, se fortalece la musculatura… y la columna vertebral es una de las estructuras que más se transforma. Sin embargo, a pesar de ser la base estructural del cuerpo y un canal clave del sistema nervioso, pocas veces se revisa su estado de forma preventiva en los más jóvenes.
En este artículo explicamos por qué es fundamental valorar la salud de la columna durante estas etapas, qué señales pueden indicar un problema oculto, y cómo puede ayudar la quiropráctica a acompañar el desarrollo físico y neurológico de niños y adolescentes.
¿Qué pasa con la columna durante la infancia y adolescencia?
Durante los primeros 20 años de vida, la columna vertebral sufre cambios estructurales intensos. Entre los principales hitos se encuentran:
- La formación de las curvas naturales (cervical, dorsal, lumbar).
- El cierre de los cartílagos de crecimiento.
- La maduración del sistema nervioso central.
- El inicio de hábitos posturales, escolares y deportivos.
Cada etapa tiene sus desafíos:
- En bebés, la postura en el parto, la lactancia y los primeros movimientos pueden influir en la alineación de la columna.
- En niños, las caídas, mochilas pesadas, malas posturas al sentarse o mirar pantallas pueden generar desequilibrios.
- En adolescentes, el estirón de la pubertad, los cambios hormonales y las largas jornadas escolares o deportivas someten la columna a cargas importantes.
¿Por qué es tan importante revisar la columna en estas etapas?
La columna vertebral no solo es un conjunto de huesos: protege la médula espinal, principal vía de comunicación del sistema nervioso. Cualquier alteración en su alineación o movilidad puede afectar:
- La postura.
- El equilibrio muscular.
- La coordinación.
- El desarrollo psicomotor.
- La capacidad de concentración.
- El sueño y el descanso.
- La respuesta al estrés.
Y todo esto puede ocurrir sin que haya dolor evidente.
¿Qué señales pueden indicar una disfunción vertebral en niños o adolescentes?
Aunque no siempre hay síntomas claros, hay señales que deberían hacerte plantear una evaluación quiropráctica:
- Cabeza ladeada o rotación constante hacia un lado.
- Hombros o caderas desniveladas.
- Mala postura al sentarse o caminar.
- Quejas frecuentes de cansancio o dolor de espalda (aunque “se les pase”).
- Dificultad para concentrarse.
- Dormir mal o despertarse cansados.
- Digestiones lentas o irregularidades intestinales.
- Irritabilidad o hipersensibilidad emocional.
- Historial de partos complicados, caídas importantes o uso de pantallas desde muy pequeños.
Estos signos no siempre indican una enfermedad, pero sí pueden reflejar una subluxación vertebral, es decir, una disfunción articular que altera el movimiento normal y la función neurológica.
¿Qué puede hacer la quiropráctica pediátrica?
La quiropráctica en niños y adolescentes no es una versión reducida de la de adultos. Es una disciplina con técnicas, protocolos y ajustes adaptados a la edad, el tamaño, la etapa de desarrollo y el estado neurológico del niño.
Un quiropráctico pediátrico:
- Realiza una evaluación postural, motora y neurológica específica.
- Identifica posibles restricciones de movimiento o bloqueos articulares.
- Aplica ajustes suaves, seguros y no invasivos, sin fuerza ni movimientos bruscos.
- Acompaña el desarrollo del sistema nervioso desde una perspectiva preventiva.
Beneficios observados tras el cuidado quiropráctico en niños y adolescentes
Aunque cada caso es distinto, muchos padres reportan mejoras en:
- La postura y el equilibrio.
- El descanso nocturno.
- La concentración escolar.
- El rendimiento deportivo.
- La estabilidad emocional.
- La digestión y el tránsito intestinal.
- La frecuencia de resfriados o infecciones leves.
Estos cambios no se deben a un “efecto mágico”, sino a la optimización de la comunicación neurológica en un cuerpo en desarrollo.
¿Es seguro el cuidado quiropráctico en niños?
Sí. La literatura científica y la experiencia clínica coinciden en que el cuidado quiropráctico es seguro cuando lo realiza un profesional cualificado. Las técnicas utilizadas en niños no son las mismas que en adultos: son más suaves, específicas y adaptadas a la etapa de crecimiento.
Además, la evaluación siempre incluye una revisión detallada de:
- Historial médico.
- Etapas del desarrollo motor.
- Hábitos escolares y deportivos.
- Signos neurológicos relevantes.
En caso de encontrar alguna señal de alarma, el quiropráctico derivará al especialista correspondiente. La quiropráctica no sustituye a la medicina pediátrica, sino que actúa de forma complementaria en el ámbito neuromusculoesquelético.
En Sana Centro Quiropráctico
En Sana, nos apasiona acompañar a niños, adolescentes y familias en su camino hacia una salud sólida y equilibrada.
Sabemos que muchos padres se preocupan por la postura, el descanso o la energía de sus hijos, pero no siempre encuentran respuestas claras. Por eso:
- Realizamos evaluaciones posturales gratuitas para menores.
- Aplicamos técnicas específicas, sin dolor ni manipulaciones bruscas.
- Acompañamos a cada familia con educación y seguimiento.
- Colaboramos con otros profesionales cuando el caso lo requiere.
Nuestro objetivo no es corregir a los niños, sino ayudarles a crecer libres de interferencias neurológicas, con su cuerpo funcionando al 100%.
¿Cuándo es recomendable revisar la columna en niños y adolescentes?
- Después del nacimiento, si hubo parto complicado, uso de fórceps o cesárea.
- Al empezar a caminar, para valorar la coordinación y el equilibrio.
- Al iniciar la escuela, por el cambio postural y el uso de mochilas.
- Durante el estirón puberal (10–14 años).
- Si practican deportes de forma intensiva.
- Ante cualquier cambio en postura, comportamiento o energía.
- Como revisión preventiva anual, igual que se hace con la vista o los dientes.
Conclusión
La columna vertebral no es solo una estructura ósea: es el eje que sostiene el cuerpo y protege el sistema nervioso central, regulador principal de la salud física, emocional y cognitiva.
Revisar la columna en la infancia y adolescencia no es una moda, ni una exageración. Es una inversión en salud a largo plazo, una forma de detectar posibles desequilibrios antes de que se conviertan en problemas mayores.
En Sana Centro Quiropráctico, estaremos encantados de ayudarte a entender el desarrollo postural y neurológico de tus hijos, y de acompañarles con un enfoque clínico, seguro y respetuoso.
Referencias
- Kent C. Models of vertebral subluxation: a review. J Vertebral Subluxation Res. 1996;1(1):11–22.
- Alcantara J, et al. The chiropractic care of children. J Manipulative Physiol Ther. 2008;31(6):419–426.
- Vallone SA. Chiropractic evaluation and care of the pediatric patient. J Clin Chiropr Pediatr. 1998;3(1):181–184.
- Miller J, Benfield K. Adverse effects of spinal manipulative therapy in children under 3 years. Chiropr Man Therap. 2012;20(1):14.
- Haavik H, Murphy B. The effects of spinal manipulation on central integration of dual somatosensory input. Brain Res. 2010;1354:159–167.
Este contenido tiene fines informativos y no sustituye el diagnóstico ni el tratamiento médico. Consulta siempre con un profesional sanitario.
📞 Llámanos al: 910 555 963 – 655 918 352
📩 Escríbenos a: hola@sanaquiropractica.com
Ven a visitarnos en:
📍Plaza de Francisco Morano nº3 CP 28005 Madrid
📍Calle de Bretón de los Herreros 43 CP 28003 Chamberí
💬 Te escuchamos, te cuidamos, y te acompañamos hacia una salud más plena.
👉 Otros artículos de interés:
¿Qué tiene que ver el sistema inmunológico con tu columna vertebral?