El estrés

Todos los días hablamos de lo estresados que estamos, por el trabajo, la universidad, los padres, los hijos, etc. pero, ¿Qué es el estrés? ¿Por qué quitamos peso a lo de “estoy estresado”? Lo tenemos tan normalizado en la sociedad que no llegamos a entender el impacto que este tiene en nuestras vidas.

¿Sabes cómo afecta el estrés al funcionamiento de nuestro organismo? ¿Sabes hasta dónde puede llegar a repercutir y qué problemas puede llegar a generar en tu cuerpo?

Lo que nosotros llamamos ESTRÉS y lo percibimos como una sensación de no poder llegar a todo, estar acelerado, agitado, con preocupaciones, etc. tiene un grandísimo impacto para nuestro organismo, donde pueden llegarse a detener o irregularizar funciones importantes e indispensables de nuestro cuerpo.

Cómo funciona nuestro cuerpo cuando nos afecta el estrés

Para entender un poco cómo puede afectarnos esto y por qué es tan importante saberlo controlar y no dejarlo pasar, vamos a ir con una explicación cortita y sencilla:

Nuestro sistema nervioso, es el sistema que encaja todas las emociones y se encarga de controlar todas y cada una de las funciones que ocurren dentro de nosotros. Este maravilloso sistema, se divide esencialmente en dos partes, la primera, la que controlamos o voluntaria, aquella que empleamos para movernos, hablar, pensar, etc. y en segundo lugar tenemos el sistema nervioso involuntario, el encargado de funciones como respirar, digerir, el latir del corazón, etc. funciones que no podemos controlar en absoluto.

Para entender el estrés vamos a centrarnos en el segundo, el subconsciente, el SISTEMA NERVIOSO INVOLUNTARIO. Este a su vez, se divide en dos subsistemas antagonistas; el simpático y el parasimpático. Pero para comprenderlos mejor, vamos a llamar a dichos subsistemas el ángel y el demonio (¡aunque los dos son necesarios y ninguno malo!). denominaremos ángel al sistema parasimpático, ya que es el que se activa cuando estamos relajados, se encarga de la digestión y de la reparación de tejidos. En cambio, el simpático, será nuestro pequeño demonio, ya que es quien se activa en momentos de ESTRÉS y peligro, y deriva la sangre a las extremidades para activar nuestro instinto de supervivencia, inhibiendo a otras funciones para guardar toda la energía para hacer frente al peligro.

Cuando nos encontramos en momentos de estrés, una hormona muy importante de nuestro cuerpo, EL CORTISOL, se dispara, siendo esta la señal para que nuestro pequeño demonio se ponga en marcha. En casos puntuales, es necesaria esta activación, ya que nos mantiene alerta, con más energía, concentrados y listos para actuar. Lo cual es necesario en ciertos momentos de nuestra vida.

Consecuencias de cuando se activa el subsistema simpático

¿Pero qué ocurre cuando este pequeño demonio se mantiene activo durante un periodo prolongado?

Si el simpático se antepone al parasimpático durante mucho tiempo, funciones básicas y esenciales de nuestro cuerpo se detienen, ya que el cuerpo centra la energía en funciones de “supervivencia”. Empezamos a tener problemas de digestión, ciertos alimentos nos sientan mal, el pelo puede caerse, ya que los tejidos no se regeneran, comienzan los problemas de piel, acné, piel atópica, psoriasis, etc. las articulaciones no se mueven igual, se generan SUBLUXACIONES, en la columna vertebral, etc.

Es importante aprender a gestionar situaciones de estrés que pueden derivar en síntomas que alteran nuestra calidad de vida. Tener ciertos hábitos saludables como nuestro as en la manga es inevitable, para poder tener el control de ese estrés y como para evitar la excesiva subida de cortisol en la sangre.

Consejos para mejorar nuestra calidad de vida

¡Aquí van unos consejos que pueden venirte de fábula!

  • Planifica y ordena de la manera más específica posible tu agenda. Tener anotado y organizado todo lo que tienes que hacer puede ser de gran ayudar a la hora de llegar a todo.
  • Intenta mantener una dieta limpia que conste de verduras y fruta. El organismo necesita fibra y vitaminas para poder llevar a cabo todas las funciones del cuerpo, y evitando comidas pesadas facilitamos un poco el trabajo de digestión al cuerpo.
  • DESCONECTA. Emplea un poco de tiempo en ti cada día, haz las actividades que te gustan, date un paseo, visita ese rincón de tu pueblo que tanto te gusta, lee un libro, escucha tu grupo favorito con una infusión, ríete con tus amigos, ¡Valórate y valora tu tiempo!
  • Muévete cada día, estar activo es necesario y un poco de actividad física moderada cada día mejora el funcionamiento de nuestro cuerpo. El ejercicio ayuda a que la sangre se bombee mejor y esto a su vez reparte mejor los nutrientes en el organismo.  También ayuda a despejar la mente, mejora el rendimiento y la capacidad pulmonar, etc. ¡SON TODO VENTAJAS!
  • El DESCANSO es pieza clave para el estrés. Intenta relajarte antes de irte a dormir, medita, emplea infusiones relajantes, deja el móvil 30 minutos antes de acostarte.
  • ¡AJUSTATE! La quiropráctica es una maravillosa herramienta que nos puede ayudar a despertar el angelito que llevamos dentro, de esta manera, el sistema nervioso parasimpático puede anteponerse al simpático y activar las vías de regeneración que tanto necesita nuestro cuerpo para mantenerse joven y saludable.

Recuerda que la vida es demasiado bonita y corta para tener que vivir estresados. Vivimos acelerados, corriendo de un lado al otro, sin observar lo que pasa a nuestro alrededor. Tomate un momento, para, tomar constancia de tu cuerpo, de tu mente, de tu vida. Disfrútala, con sus buenos y no tan buenos momentos, aprende a gestionar y a sacar lo mejor de todas tus emociones.

Nosotros mediante la quiropráctica podemos ayudarte a regular el sistema nervioso, para que su adaptación al estrés sea mayor y los daños que pueda causar a tu organismo sean mínimos. ¡Pero tú eres quien debe de coger las riendas de tu vida! ¡No esperes más! ¡Pequeñas acciones diarias pueden ayudarte a tener mayor calidad de vida en un futuro!

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